Estas manchas se consideran secundarias a la exposición al sol y radiación ultravioleta;
Pueden ser congénitos o adquiridos.
Así como a la interacción de factores raciales, genéticos, hormonales, nutricionales, cosméticos y fármacos. No se relaciona a alteraciones de hígado o riñones.
Existen múltiples tratamientos para esta condición de la pie, sin embargo ninguno es curativo, por lo que los tratamientos que existen mejoran de manera importante la piel, desvaneciendo las manchas hasta casi ser imperceptibles. La principal medida es evitar la exposición solar, así como el uso de productos tópicos combinados con sesiones de luz pulsada y láser.
En altaDERMA® tenemos los tratamientos y tecnología que pueden poner fin a este molesto padecimiento.